
Por un lado, soy de las que creen que si desde chicos no nos hubiesen hecho creer el estúpido cuento de hadas, en el que siempre reinan los finales felices, donde siempre se consigue al príncipe azul, donde existen las personas perfectas, donde los que odian y envidian siempre terminan mal, donde todos los problemas los soluciona un hada madrina. Creo que no hubiésemos sufrido tantas desilusiones. Desde chicos sabríamos que la vida no es siempre fácil, que a veces nos toca perder, equivocarnos y sufrir las consecuencias. Pero por otro lado, ¿Qué sería de nosotros si no creeríamos en esas pequeñas cosas que en algún momento nos hicieron felices?
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